Quebradona. Fotografía El Colombiano.
Este lunes 25 de octubre, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, archivó el trámite de licenciamiento ambiental del proyecto de minería de cobre Quebradona en Jericó, Antioquia.
Según la entidad, la decisión se toma con «argumentos técnicos, que fueron el resultado de la evaluación técnica, rigurosa e integral del Estudio de Impacto Ambiental y de las respuestas emitidas por la empresa a los requerimientos de información adicional realizados por parte de la Autoridad».
Luego de un proceso que inició en diciembre de 2019, la ANLA, por fin da a conocer una respuesta frente a la solicitud de la empresa sudafricana, AngloGold Ashanti, que busca extraer 4.9 millones de toneladas de concentrado de cobre durante 21 años aproximadamente.
La ANLA, inicialmente afirmó que dicha empresa no presentó información completa para los permisos de captación de aguas superficiales, vertimientos, ocupación de cauces, aprovechamiento de materiales de construcción, aprovechamiento forestal, entre otros; la geodatabase (base de datos) no está debidamente estructurada y faltó certificado actualizado expedido por el Ministerio del Interior de la presencia o ausencia de comunidades étnicas o territorios colectivos en el área de influencia.
Por medio del Auto número 09023, la ANLA finalmente ordenó el archivo del trámite administrativo de evaluación de licencia ambiental para el Proyecto tras el estudio de barios profesionales ambientales que contemplaron la definición del área de influencia, la caracterización de los componentes hidrogeológico, hidrológico, de geotecnia y biótico, consideraciones frente al depósito de relaves (residuos de la actividad minera) y a la subsidencia, entre otros.
AngloGold Ashanti puede rescatar su proyecto minero Quebradona
Aunque en 2019 se hablaba de rechazo por la forma en la que la empresa AngloGold Ashanti presentó su solicitud de explotación, la ANLA le da la razón a las comunidades que se han manifestado en contra de la empresa y sus acciones en el territorio.
En 2018, campesinos y campesinas de Jericó se manifestaron en contra de las operaciones extractivas de la empresa minera, que como consecuencia secó quebradas claves para el consumo y uso de la población de ese municipio. En varios de los países donde hay presencia de dicha empresa se denunciaron condiciones precarias para los trabajadores e impactos ambientales reflejados en sismos y accidentes al interior de las minas.
A pesar de eso y de las políticas de «minería con propósito», la empresa aún podría realizar un proceso de recurso de reposición en el que nuevamente presente un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Sin embargo, habitantes y defensores y defensoras ambientales celebraron la decisión de la ANLA y afirmaron que representa más tiempo para luchas en contra de la empresa que ha realizado estudios por más de una década.
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