El gobierno pidió perdón a las comunidades del Bajo Atrato por la operación génesis

El gobierno pidió perdón a las comunidades del Bajo Atrato por la operación génesis

En un acto simbólico las comunidades de la cuenca del Río Cacarica, que salieron desplazadas durante la operación génesis, entregaron a la delegación de Gobierno, que estuvo precedida por la vicepresidenta, Francia Márquez, una vela encendida como muestra de la esperanza que tienen puesta en que casi después de 10 años de dictada la sentencia por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Estado cumpla. Este acto de reconocimiento y perdón, que se realizó el 21 marzo, fue el primer paso.

Por Carolina Toro Leyva

Tu historia es una llama de fuego enclaustrada en el sombrío reflejo del mar, viviste sintiendo y sentiste siendo. Fuiste el principio del hoy y el ayer, el despertar de nuestra resistencia, tu memoria es la esperanza dicha en verso, el cambio, una salida, tu memoria es un crucifijo en donde nuestra libertad vuela.

En memoria de Marino López.

ZH Nueva Esperanza en Dios. La Comunidad de Autodeterminación, Vida, Dignidad del Cacarica (CAVIDA) y la Asociación de Familias Desplazadas por la Violencia de Río Sucio, Chocó (CLAMORES), con la asesoría de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, recibieron en la Zona Humanitaria de Nueva Esperanza en Dios a la comitiva del Gobierno, en un hecho histórico, para dar cumplimiento al fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ordena al Estado colombiano asumir su responsabilidad y realizar un acto público de perdón por los hechos ocurridos hace 26 años en la operación génesis.

En este acto de reconocimiento y perdón participaron las comunidades de la cuenca del río Cacarica, conformada por indígenas, afros y mestizos, la vicepresidenta de la República, Francia Márquez, el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, y un gabinete de diversas instituciones del gobierno nacional, como el ministerio del Interior, del Diálogo Social y de Agricultura. También asistieron las embajadas de Suecia e Irlanda.*

Es de resaltar que la vicepresidenta Francia Márquez y el Comisionado de Paz Danilo Rueda, escucharon a CAVIDA y a CLAMORES asumiendo el compromiso de iniciar con prontitud el seguimiento al cumplimiento de la propuesta de reparación colectiva para que el acto de reconocimiento y perdón no quede solo en el discurso sino que sea una realidad.“(…) Esperamos que todo lo que vamos a plantear aquí, usted (vicepresidenta) sea la garante y pueda hacer cumplir (las peticiones) porque es nuestra esperanza”, aseguró Ledys Patricia Orejuela, lideresa de la organización CAVIDA.

Las comunidades, le hicieron llegar a la vicepresidenta, a través de su equipo de protocolo, presentes representativos de su región. “Tenemos la esperanza de que las cosas ahora si van a logarse. Este es el primer paso y una muestra de la voluntad que tiene el Gobierno de hacer las cosas. (…) No nos sentimos reparados, pero estamos muy felices porque creemos que este es el camino para conseguir la reparación colectiva que venimos luchando desde hace más de 20 años”, aseguró Jeison Mena, líder de la organización CLAMORES.

Debido a la agenda que debió correrse varias horas por rumores sobre algunos hechos de orden público en la zona, solo se contó con la delegación unas horas en la tarde, pero con el compromiso por parte del Gobierno, de volver a reunirse el próximo 13 de abril con funcionarios de alto nivel para discutir los cinco puntos propuestos por CAVIDA y CLAMORES dentro de la reparación colectiva que son: paz global, seguridad territorial y justicia; memoria para la reparación moral; Tierras y Territorio; Desarrollo Rural con enfoque territorial; y gestión ambiental del recurso forestal.

Durante su intervención la vicepresidenta, Francia Márquez, reiteró su compromiso por servir de mediadora con los diferentes gabinetes para darle trámite a las propuestas de reparación colectiva que presentó la comunidad, y afirmó que el gobierno tiene la intención de trabajar con fuerza y compromiso para que la complicidad y colaboración de miembros del Estado con grupos armados no se repita. “Nos corresponde romper el silencio institucional, la injusticia histórica que significa la impunidad de estos crímenes”, aseguró.

Así mismo, dijo que este acto histórico no se celebra en un día cualquiera, sino el día que se conmemora la lucha contra la discriminación, el racismo y formas conexas de intolerancia. “(…) Cuenten con el Gobierno del Cambio para reconstruirnos como sociedad. Queremos, honramos la memoria de las víctimas de estos lamentables hechos que no debieron suceder”, aseguró.

“Creemos que, si se llegara a cumplir lo que hemos plasmado en este documento, se podrían satisfacer la mayoría de las necesidades del pueblo negro y en resistencia de Cacarica”, expresó Jhon Jairo Mena, líder de la Organización CAVIDA.

El Alto Comisionado para la Paz Danilo Rueda, visiblemente conmovido, recordó los principios de la lucha de estas comunidades y el ejercicio de respeto humanitario que se ha venido implementado durante estos años, e hizo una invitación al grupo armado que opera en la zona. “(…) escuchen al pueblo, a la gente; ya están cansados, ya no quieren más; y estamos en la única oportunidad, quizás, antes de que esto se vuelva insostenible, para parar estas formas de violencia en los territorios del bajo y medio Atrato, Ungia y Acandi”. 

Asimismo agregó que la mejor manera de honrar a Marino López y a todos los asesinados y desaparecidos “es tomar la fuerza para romper el silencio, para ejercer la libertad, el derecho de unos territorios a ser territorios para la paz y la reconciliación, donde su generosidad les abre el corazón pero que se den pasos ciertos para construir el Cacarica y el Bajo Atrato que todos y todas ustedes se merecen”. Y a sus compañeros les dijo: “construyamos un estado social y ambiental de derecho para ellas y ellos”.

La Comisión de Justicia y Paz aseguró que fueron 26 años de encuentro en la dificultad y en la construcción de salidas a esas dificultades en los procesos de CAVIDA, CLAMORES y el Consejo Comunitario de Cacarica. “(…) Desde el año 2002 hemos sido testigos de un proceso de transformación del efecto de la guerra y se empezó a hablar de los derechos restaurados como un proceso de aplicación de distintas formas de justicia teniendo la justicia comunitaria afro y la justicia indígena. Se han generado espacios de acercamiento entre afectado y responsables”.

Otras voces

Contagio Radio recogió algunos testimonios de los asistentes al evento. “Para nosotros hoy es un día histórico, tenemos por primera vez una reunión con vicepresidencia y es un paso gigante el que dimos hoy porque nos están escuchando como Gobierno y muy pronto seremos reparados”, aseguró Alicia Hurtado Mosquera, líderesa de la organización CLAMORES.

Por su parte, Rosalba Córdoba, de la organización CAVIDA aseguró sentirse agradecida. “(…) El tiempo de Dios es perfecto, él sabe cuándo las cosas son buenas para uno y por eso se dio ahora porque llegó un gobierno que entiende cuál es el clamor y el dolor del pueblo; y es la oportunidad perfecta para que las propuestas de los pueblos étnicos sean escuchadas desde la lógica del derecho territorial; que tengan voz los territorios que históricamente han sido desplazados, despojados y destruidos colectivamente”.

Varios asistentes manifestaron su agradecimiento y resaltaron la posibilidad histórica que el encuentro representó. “(…) El hecho de que tengamos la posibilidad de ser escuchados por el Gobierno y dejar cosas concretas con proyectos enfocados en la subregión del Darién es un sueño hecho realidad. Y es que queremos comunicarle a la vicepresidenta todas nuestras inquietudes y la disposición para contribuir a la creación de la paz total”, dijo Estefania Robira, Consejera de Juventud de la Mesa de Víctimas del municipio de Ungia, Chocó.

Varios Colectivos de Mujeres aseguraron que este es el primer gobierno que llega al territorio a mirar las necesidades que tiene la gente de las comunidades de Rio Sucio, Carmen del Darién, Domingo do y de toda la cuenca del río Cacarica que han sido históricamente abandonadas. “Estos son los rostros de los que sufrimos la guerra, pero que hoy le apostamos a la paz, somos mujeres que hemos sido muy abandonas pero creemos que podemos aportar para que entre todos hagamos historia y todos seamos beneficiados de esta sentencia”, señaló Martha Cecilia Hernández Gallo, Representante Legal de OMER, organización de mujeres emprendedoras de Domingo Do.

Haciendo memoria

En 1997, entre el 24 y el 27 de febrero, los habitantes ribereños de los ríos Salaquí, Truandó y Cacarica, tuvieron que salir desplazados dejando atrás sus casas, sus enseres y sus animales por dos operaciones armadas que se realizaron en simultáneo: la Operación Génesis, bajo el mando del general Rito Alejo del Río de la Brigada XVII del Ejército Nacional, y la Operación Cacarica de las Autodefensas Unidas de Colombia.


Durante esta incursión militar fue asesinado el líder campesino Marino López. Su cuerpo fue desmembrado y, frente a su comunidad, los asesinos en un acto dantesco usaron su cabeza como un balón de fútbol. Dieciocho personas más fueron asesinadas y desaparecidas. Este horroroso acto provocó un desplazamiento masivo de cerca de tres mil personas que buscaron refugio en las comunidades cercanas, principalmente en Turbo.

En esta ciudad antioqueña se asentaron en el Coliseo Bruno Martínez por un periodo de 4 años bajo condiciones precarias y sin un apoyo estatal. Al cabo de este tiempo, algunos decidieron regresar al territorio sin ningún tipo de garantías por parte del Estado; otros, decidieron quedarse y reconstruir sus vidas en la ciudad.

En 1999, el Incora le adjudicó formalmente al Consejo Comunitario de Cacarica, 103.024 hectáreas, dentro del área de manejo especial del Darién. En febrero de 1999 los retornantes conformaron las Comunidades de Autodeterminación Vida y Dignidad, CAVIDA, y crearon las Zonas Humanitarias: Nueva Esperanza en Dios y Nueva Vida. Los que se quedaron en Turbo conformaron la organización CLAMORES.

Como lo ha descrito la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz se trató de un proceso largo y lleno de tensiones con los actores armados que continuaban en territorio. Con múltiples situaciones de retenes ilegales por parte de paramilitares en inmediaciones al Cacarica, durante el 2001. Durante todo este tiempo, que la Comisión ha acompañado el proceso de las comunidades, se han presentado algunos incidentes como intimidaciones y seguimientos.

La población vive con muchas necesidades. No hay agua potable, el suministro de energía eléctrica funciona, pero aún no está formalizado. La escuela solo ofrece los grados de la básica primaria, está visiblemente deteriorada y las vías de acceso se reducen a un río que en tiempos de verano es innavegable y solo queda caminar por la trocha durante dos horas. El puesto de salud más cercano queda en Turbo, a 6 horas de distancia por vía fluvial.

Sin embargo, y pese a todas las dificultades las comunidades están organizadas y muy esperanzadas en que ahora si se pueda abrir el camino para conseguir la reparación colectiva de la mano de la Comisión de Justicia y Paz y de la vicepresidenta, para vivir sabroso en el territorio ancestral del cual no debieron salir jamás.

* Estos fueron los asistentes por parte del Gobierno y cuerpo diplomático: Lilia solano, Viceministra del Diálogo Social. Darío Fajardo, Viceministro de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura. Magistrada Nadiezhda Henríquez, relatora del #Caso04, que investiga la Situación Territorial Urabá. Cielo Rusinque, Directora del Departamento de Prosperidad Social. Jenny De La Torre Córdoba, Consejera Encargada para los Derechos Humanos y DIH de la Presidencia de la República.  Victor Hugo Moreno Mina, Director de Asuntos para Comunidades Negras Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras del Ministerio del Interior. Embajadora de Irlanda, Fiona Nic Dhonnacha, Embajadora de Suecia, Helena Storm. Diego Grueso, Director de Gestión de la Unidad de Víctimas. Angie Sánchez, Directora de Ciencia del Ministerio de Ciencias. Piedad Echeverry Roa, Delegada de la Defensoría del Pueblo a nivel regional.

Por parte de la comunidad: Ledys Patricia Orejuela Quinto, CAVIDA. Jeison Mena, líder de CLAMORES. Pablo Andrés Salazar, Representante del Consejo Comunitario de Cacarica.