"Tiros a la vista" ¿Terrorismo de Estado?

"Tiros a la vista" ¿Terrorismo de Estado?

El reciente informe de las organizaciones Amnistía Internacional, Temblores y PAIIS, recopiló datos, videos, testimonios y todo un conglomerado de pruebas documentales en las que se evidencia que los disparos contra manifestantes en el Paro Nacional, tenían la intención de provocar daño y «aleccionar» a quienes participaban del Paro Nacional.

Los testimonios de las víctimas, jóvenes en su mayoría, dan cuenta de que había la intención de provocar el daño, por lo que en varios de los casos, los agentes de policía identificaban a las personas, los amenazaban y luego se producían los impactos que les afectaban sus ojos. «Tiros a la vista» recoge varios testimonios en ese sentido.

ESMAD ya había amenazado a las personas que luego agredieron

“Me estaban viendo desde hace rato, yo me volteé y me disparan entonces por eso estoy como seguro y algún día ojalá eso se puede analizar en mi caso jurídicamente, es que estoy seguro es que había como una especie de orden o al menos si bien de pronto no era orden de disparar a los ojos y si había una orden de dañar a la gente de Escudos”

Garret Sella

El testimonio de Sella da cuenta de que en varios de los casos hubo un seguimiento previo y un perfilamiento de quien identificaban como la próxima víctima, a pesar de que los hechos ocurrieron en medio de protestas, los agentes del ESMAD lo habrían agredido de manera directa, sin mediar diálogo, advertencia o confrontación.

Por su parte, el testimonio de Leidy en el informe «Tiros a la vista» da cuenta de una actuación cruel por parte del ESMAD, que sin mediar palabra o sin medir la fuerza la agredió a pesar de que ella y sus amigos estaban buscando salir del cerco tendido por la fuerza pública.

«Uno de los amigos de mi novio se va a la esquina, para ver si podíamos subir, pero uno de los agentes del ESMAD le empieza a decir que se vaya de ahí. Es muy grosero (…) El agente que le había gritado y otros dos se acerca con la intención de golpearlo (…) Yo estoy unos metros atrás, simplemente grité “ya vámonos” y acto seguido siento mi rostro súper caliente. No veo por ninguno de mis dos ojos, estoy muy angustiada”

Leidy Cadena, estudiante de Ciencia Política.

Camilo Carvajal, activista de Derechos Humanos que se dedicó a registrar las protestas y la violencia policial desde su celular, es otra de las víctimas del ESMAD a las que ya habían identificado y habían amenazado.

“El ESMAD, en varias ocasiones a mi ya me había dicho “a ese celular le vamos a sacar los ojos (…) entonces ya me tenían como fichado o me tenían rabia”

Camilo Carvajal, 20 años

La impunidad selectiva, otro de los factores comunes en los delitos de la Fuerza Pública

Además de la lentitud con que ha actuado la fiscalía en contra de integrantes de la Fuerza Pública, a pesar de contar con extensos medios de prueba e identificación plena, en algunos casos, de los policías implicados, las víctimas han denunciado una sistemática persecución y nuevas amenazas por las denuncias realizadas.

Otro de los testimonios incluidos en el informe «Tiros a la vista», da cuenta de que se pretende silenciar las denuncias como otro de los mecanismos de impunidad. Las amenazas en contra de las víctimas y sus familiares tampoco han sido investigadas y mucho menos castigadas.

“Cuando empieza la persecución de la policía (…) me han llamado ¡Maldita perra! Quédese callada, calladita se ve mejor, y recibí una llamada que si sigo hablando me iban a matar su perra pequeña, su hija pequeña, menor y yo ¿cómo? No les basta con jodernos, haber dejado ciega a mi niña, sino ahora quieren meterse con mi niña menor”

Testimonio de Sandra Pérez

Los patrones de las agresiones encontrados por «Tiros a la Vista»

La mayoría de las víctimas de lesiones oculares, según «Tiros a la Vista» se presentaron en las grandes ciudades y en contra de personas jóvenes, incluso menores de edad. Lo que implica que las agresiones se concentraron como mecanismo de amedrentamiento para otras personas que participaban en las manifestaciones, no solamente desde el Paro Nacional, sino desde el inicio de las protestas contra la brutalidad policial en 2019.

En cuanto al análisis demográfico de estos registros, es relevante mencionar que el perfil de las víctimas ha sido en su mayoría, hombres jóvenes entre 18 y 22 años, con un porcentaje de 26,20% del total de casos. Del total de las víctimas, 90 son hombres, 7 mujeres y 6 personas cuyo género no pudo ser identificado. Así mismo, se registraron 20 casos de personas entre los 23 y 32 años y 8 casos de menores de edad.

Informe

La mayoría de los casos registrados se presentaron en Bogotá, con menor frecuencia en la ciudad de Cali y en Popayán, ciudades en que la protesta era protagonizada en su mayoría por jóvenes.

Además, las organizaciones también registraron una serie de secuelas, tanto sociales como individuales en este tipo de agresiones, en las que se da cuenta de las graves consecuencias para las personas y para la protesta social. De esta manera se puede inferir que este tipo de prácticas de disparar de manera directa a la cara de los manifestantes podría enmarcarse como «sistemáticas».

Además, dado que son perpetradas por organismos de seguridad del Estado y justificadas por un discurso permisivo por parte del gobierno, y gracias a la impunidad, podría decirse que son permitidas, algunos juristas han llegado a la conclusión de que se pretende infringir terror para frenar la protesta.

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