Por Redacción Contagio Radio
Bogotá. En el marco de los Diálogos entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, desde el 20 de octubre al 5 de noviembre, se realizaron en Medellín, Cali y Bogotá, los primeros seis Encuentros Nacionales, de los de 30 que se tienen previsto realizar y cuyo propósito es diseñar los mecanismos de participación de la sociedad civil en los diálogos.
Estos encuentros son claves no solo porque desarrollará 10 encuentros regionales en el Litoral Pacífico, la zona Suroccidente, la zona Nororiente, la Orinoquia, la Amazonía, el Caribe, el Eje Cafetero, Antioquia y Magdalena Medio, sino porque aquí se precisarán los criterios y alcances para garantizar el papel central de la sociedad en el proceso de participación. Además, se desarrollará los temas, la metodología, y los escenarios para la participación, como explica un comunicado emitido por el CNP.
Luego del diseño de la participación, etapa que seguirá por cuatro meses más, vendrán las fases de diagnóstico y diálogo sobre la democracia para la paz (de febrero a julio de 2024), la construcción de agenda sobre democracia y transformaciones (de julio de 2024 a enero de 2025) y la sistematización de los resultados (de enero a mayo de 2025); todo acordado en el Plan de Trabajo Conjunto, emitido al país el pasado mes de agosto.
Los procesos urbanos, de personas con discapacidad y los jóvenes del país se realizaron en Medellín y Cali. Mientras que los estudiantes, campesinos y trabajadores se concentraron en Bogotá. Los participantes convocados por el Comité Nacional de la Participación fueron más de 150 por cada encuentro, quienes contribuyeron a la construcción del modelo participativo para transitar hacia el gran Acuerdo Nacional.
Procesos urbanos
El Encuentro Nacional de los Procesos Urbanos desarrollado en las instalaciones de la Universidad de Antioquia, destacó la importancia de categorizar lo urbano como territorio con particularidades propias, que la participación sea vinculante para que la gente pueda decidir, que no haya temas vedados como el modelo económico o militar, que la participación sea de abajo hacia arriba, no institucionalizada, la necesidad de una reforma urbana integral diferenciada y la propuesta de una red de procesos urbanos por la paz. Se resaltó la oportunidad que brinda la actual Mesa de Diálogos entre el Gobierno y el ELN para articular a los dinámicos procesos urbanos.
Personas con discapacidad
El Encuentro Nacional de Personas con Discapacidad realizado en Medellín, resaltó la importancia de su inclusión en el actual escenario de Diálogos con la insurgencia del ELN. Subrayaron la necesidad de contar con una cédula de ciudadanía incluyente para esta población; un censo de personas con discapacidad, especialmente víctimas del conflicto. También propusieron que se garantice la accesibilidad al seguimiento de los diálogos con acciones multiculturales, un modelo ecopolítico con enfoque diferencial y pedagogía para que sean reconocidos como sujetos políticos y de paz. También solicitaron participación en las instancias decisorias del proceso de paz para asegurar la protección de sus derechos y contribuir a la construcción de paz.
Los jóvenes
Para las jornadas del 20 y 21 de octubre en los espacios de la Universidad del Valle, cerca de 200 integrantes de los consejos de juventud, estudiantes, primeras líneas, indígenas y organizaciones sociales insistieron en que es clave la creación de una Red Nacional de Jóvenes por la Paz. Evidenciaron su interés en la construcción de paz y propusieron una convocatoria amplia en todos los municipios, incluyendo a jóvenes no organizados, argumentando que debe ser decisiva y protagónica. Solicitaron garantías en los territorios además de incrementar espacios pedagógicos, mantener articulación con el Comité Nacional de Participación y llegar a los lugares que habitan las juventudes.
Lo estudiantes
En el encuentro convocado en Bogotá los estudiantes visualizaron la creación de un observatorio de paz. La jornada organizada los días 1 y 2 de noviembre en la sede de posgrados de la Universidad Uniminuto acogió a los llegados de diversas regiones quienes propusieron la construcción de una cultura y pedagogía de paz, dejando claro que para lograrlo se necesita una convocatoria incluyente, que llegue a todos los sectores mediante comités departamentales con enfoque diferencial. Decidieron articular sus organizaciones estudiantiles en diversas instancias de diálogo permanente y para tejer un gran puente entre sus regiones, acordaron vincular en su lucha a la comunidad académica e intelectual afín.
Sector campesino y agrario
Durante los dos primeros días de noviembre, campesinos de todo el país y representantes agroindustriales se reunieron para ratificar su apuesta por la paz; plantearon articularse en una Red Nacional Campesina para la Paz que dialogue permanentemente desde las regiones, consideran que el campo es el más impactado por el conflicto, por lo que están dispuestos a construir la paz reconociendo políticamente al campesinado y sus expresiones organizativas rurales. Reiteraron la necesidad de no estigmatizar ni perseguir, y resaltaron la importancia de desmontar el paramilitarismo y de las propuestas surgidas para mejorar la metodología participativa.
Trabajadores
Al final de la semana fue el turno de los trabajadores quienes se reunieron en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación para tender puentes de paz. Fueron más de 100 delegados sindicales quienes hicieron un llamado a fortalecer la participación popular y construir un gran movimiento social y político que respaldara el anhelado Acuerdo Nacional de Paz. Fue en el séptimo Encuentro Nacional donde iniciaron sus aportes al diseño metodológico de la participación para el 2024. Las centrales obreras CGT, CUT, CTC y USO reafirmaron su voluntad histórica de luchar por una paz con plena justicia social.
