Por Camilo Ramírez
En las últimas dos semanas, la oficina del Alto Comisionado para la Paz ha hecho dos grandes anuncios que demuestran que la Paz Total sigue avanzando en Colombia. El establecimiento de una mesa de conversaciones de paz para el Valle de Aburrá y el Cese al Fuego con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional.
Estos dos hechos de paz se han entendido como el camino abierto que desde el pasado mes de agosto ha priorizado el gobierno nacional en su política de Paz Total que también avanza en regiones como la Sierra Nevada de Santa Marta, el Catatumbo y otras.
La mesa de negociación en el Valle de Aburrá
Por una parte, se estableció una mesa de diálogos con las organizaciones armadas en el Valle de Aburrá con la que se espera continuar brindando alivio a la población que por décadas ha padecido la guerra urbana que se ha desarrollado y que tiene como su principal expresión la confrontación por el control de las economías territoriales en las ciudades como Medellín, Bello, Envigado e Itaguí, entre otras.
“Esos meses de acercamientos no eran clandestinos, sino de reconocernos y generar confianza. Algunos de ellos (refiriéndose a los cabecillas) fueron víctimas de montajes judiciales, ¿cómo no iban a tener desconfianza de acercarse al Gobierno?” afirmó el Alto Comisionado de Paz, Danilo Rueda.
Esta mesa estará conformada por diecisiete voceros en representación de 200 organizaciones armadas. Por parte del gobierno están presentes la Senadora Isabel Zuleta y la Ex comisionada de la verdad Lucía González y organizaciones de iglesias, comunidades, organizaciones sociales y de DDHH entre otras.
Listo el Cese al Fuego con el ELN
El Gobierno de Gustavo Petro firmó este viernes 9 de mayo, en La Habana, Cuba, el primer gran hito de la Paz Total: el inédito cese al fuego de seis meses con la guerrilla del ELN, a la espera de una tregua que alivie a los que más han sufrido los rigores de una guerra de más de medio siglo.
Según lo anunciaron, el cese al fuego tiene fases progresivas para garantizar la protección de la vida, tanto de las comunidades afectadas por la guerra, como de los militares y las personas al interior de la guerrilla del ELN.
La etapa de alistamiento es inmediata, después comienza el fin de operaciones ofensivas el 6 de julio hasta alcanzar una plena vigencia, de 180 días, a partir del 3 de agosto. Este des escalamiento de la confrontación se espera sea desarrollado por regiones. Este periodo de tiempo podría ser prorrogable, de acuerdo con los avances de la mesa de diálogos, que tendrá su próximo ciclo en Caracas Venezuela a partir del 10 de julio.
Los mecanismos de monitoreo y verificación se instalarán en los próximos días y semanas, de los que harán parte delegados de las Naciones Unidas, los países garantes y organismos de la sociedad civil, de manera que la tregua con la última guerrilla en armas debería estar en marcha en todo el territorio colombiano por lo que resta del 2023.
Es lógico pensar que paralelamente se realizará un periodo pedagógico para las Fuerza Militares y los frentes guerrilleros para que tengan formación de los protocolos y procedimientos en la aplicación del cese al fuego.
