La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz denunció el desplazamiento de 15 familias, este sábado 15 de julio, de las comunidades negras del caserío Choncho en el bajo San Juan, tras posibles enfrentamientos entre ELN y las AGC en la zona.
Por Carolina Toro Leyva, Contagio Radio
Bogotá. Aproximadamente 15 familias del caserío Choncho en el bajo San Juan se vieron forzadas a salir de sus viviendas este sábado 15 de julio hacia Docordó y otras hacia Buenaventura, por advertencias hechas el día anterior por 30 hombres fuertemente armados y con insignias del ELN, sobre posibles enfrentamientos entre esa guerrilla y las Autodefensas Gaitanista de Colombia (AGC).
Esta comunidad fue víctima de desplazamiento forzado por presencia de las AGC en su caserío en septiembre de 2016, y ante la falta de condiciones dignas y garantías por parte del Estado, se vieron forzados a regresar en medio del inminente riesgo por la continuidad de operaciones armadas en su territorio.
La actuación del ELN, decretando un paro armado que duró más de ocho días en el sur del Chocó, y fue levantado el pasado miércoles 12 de julio, sumado a la advertencia de enfrentamiento armado con las AGC en zonas habitadas por la población civil, incrementa el temor, la zozobra y ahonda la crisis social y humanitaria que se vive en esta región chocoana.
En lo que va del año, las comunidades de la región del San Juan, Chocó se han visto inmersas en por lo menos seis confrontaciones y alrededor de cinco paros armados, afectando la vida cotidiana de más de 82 mil personas de 41 comunidades negras y 11 comunidades indígenas, según datos de la Defensoría del Pueblo.
En esta región del país el conflicto armado entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), llamadas por las autoridades como ‘Clan del Golfo’, y la guerrilla del ELN, se ha arraigado. Esta situación data del 15 de agosto de 2021, cuando se rompió un acuerdo entre ambos grupos, pactado cuatro años atrás, mediante el cual delimitaron sus áreas de injerencia y se comprometieron a no agredirse.
Ahora la disputa es por asegurar las actividades de la minería ilegal, la deforestación y los corredores de abastecimiento, tráfico y producción de drogas ilícitas. Para la guerrilla del ELN, el sur de Chocó es una de las zonas estratégicas, que no están dispuestos a ceder a las AGC; y es que no sólo es clave para actividades ilícitas, allí también se han concebido, a largo plazo, grandes obras de infraestructura y proyectos agroindustriales que resultarían muy rentables.
Varias comunidades de esta región del Pacífico que son parte activa de la red Somos Génesis han presentado propuestas a las distintas expresiones armadas del país para desescalar el conflicto armado; estas propuestas que también fueron enviadas al gobierno colombiano, proponen llegar a un Acuerdo Humanitario Global (AHG) como parte de la Paz Global Territorial (PGT).
Adicionalmente comunidades de la red Somos Génesis que viven en el territorio del bajo San Juan han colocado a disposición del gobierno y de los actores armados sus territorios como escenarios para la construcción de la Paz Territorial.
La Comisión Intereclesial de justicia y paz pide que “se dé cumplimiento, de manera imperativa, a la voluntad de paz de las partes desde el principio básico del respeto a los derechos de las comunidades, a la vida e integridad, a su autonomía, a garantizar la libre movilidad y al desarrollo de sus actividades cotidianas”.
Igualmente, dijo que “urge atender y responder efectivamente a la crisis social y humanitaria que se vive en comunidades del San Juan, bajo Atrato, Buenaventura afectadas por las acciones de las AGC y el ELN”.
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