Hace pocos minutos se conoció un nuevo caso de brutalidad policial. En esta ocasión le costó la vida a un manifestante que se encontraba en la localidad de Usme protestando en contra de las injusticias sociales que han movilizado a la ciudadanía desde el 28 de abril.
Jaime Alonso Fandiño Ariza fue impactado en el tórax por un gas lacrimógeno disparado por un uniformado del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD).
Tras el ataque, el joven fue trasladado al CAMI de Santa Librada a donde llegó sin signos vitales tras un trauma de neumotórax. Según los testigos del hecho se evidencia el incumplimiento del protocolo de intervención establecido para el ESMAD que ordena disparar de manera parabólica y no directa.
El manifestante asesinado hoy es la tercera víctima de violencia homicida registrada en Bogotá. Se espera que los entes encargados se pronuncien al respecto y garanticen justicia para la víctima y sus familiares.
A través de un comunicado, el Comité de Derechos Humanos de Usme explicó lo sucedido y responsabilizó al gobierno nacional en cabeza de Iván Duque y Diego Molano por acción u omisión.
«Exigimos a las instancias competentes del orden local, distrital y nacional adelantar las investigaciones y sanciones pertinentes frente a los responsables de las agresiones anteriormente mencionadas, así como adelantar de manera urgente e inmediata las acciones necesarias para evitar el uso desmedido de la fuerza pública y la violencia en contra de población civil, garantizar el derecho a la vida, a la protesta y brindar garantías para la protección de las y los manifestantes»
Apartado del comunicado publicado por el Comité de DDHH de Usme
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La situación en Usme es crítica por violaciones de DDHH
A pesar de las recomendaciones, el ESMAD sigue violentando a los manifestantes e incumpliendo los protocolos en el marco de la protesta social.
Desde que empezaron las movilizaciones se ha visto cómo el proceder de la fuerza pública en localidades como Usme o Kennedy, es excesivo y atenta contra la juventud protestante.
El día de hoy también circuló a través de redes el caso de un padre desesperado que encaró a integrantes del ESMAD para saber sobre el paradero de su hijo, que fue detenido por esta fuerza en Yomasa.
Esto sucede el mismo día que se conoció un hecho repudiable que da cuenta de lo que está sucediendo en el país. En Tuluá, fue decapitado el joven Santiago Ochoa, quien hacía parte de la Primera Línea en el municipio.
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